No se por que te fue tan difícil comprender, mi bella princesa, que podías
volar, soñar, pero que siempre debías regresar a este: el balcón de nuestro castillo;
que este, nuestro cuento de amor, el final tenia que ser el comienzo de nuestra
bella historia, esta historia que decidiste traicionar…
Luche y me enfrente contra todos, derrote a los malos de este pueblo,
cabalgue y batalle en zonas peligrosas, todo por rescatarte de esa vida que te tenía
mi bella durmiente, en el sueño profundo de la tristeza y la oscuridad, te desperté
con un beso y te libere de ese embrujo en que estabas postrada, pero te
levantaste y no valoraste todo el dolor que me costó tenerte y te fuiste dejándome solo
en tu alcoba, arrodillado ante el reflejo de ti…
Hoy me siento enclaustrado por tu recuerdo, que me diste de tu amor como
esa manzana envenenada que después de lo
dulce de su sabor, me dejo morir ante su falta en el fondo de este pozo, y que se
olvido de llevarse esta alma, esta que se encuentra encerrada entre la realidad
que pretendo negar y este cuento de amor que prometiste protagonizar, que te
olvidaste del final: “y vivieron felices para siempre”; y que ahora se que todo
lo tuyo fue un cuento y que en el mío: MI AMADA PRINCESA, ERA LA VILLANA….